sábado, 6 de noviembre de 2010

RETRATO REY CARLOS IV DE BORBON

Este cuadro ingresó en el Museo del Prado en 1911, procedente del Ministerio de Hacienda. Luego pasó al Museo de San Telmo, en San Sebastián en 1925, donde permanecií hasta 1961, y luego al Museo de Bellas Artes de Zaragoza.

Carlos IV, hijo de Carlos III y María Josefa Amalia de Sajonia, nació en Portici, Italia, el 12 de noviembre de 1748, cuando su padre era rey e Nápoles. Se casó con su prima María Luisa de Parma en 1765. Sucedió al trono a su padre en 1788 y fue proclamado rey de España. Destronado por su hijo Fernando VII en 1808, fue desterrado a Nápoles, muriendo en el exilio en 1819. 
Al subir al trono Carlos IV y su esposa María Luisa, se le encargó a Goya los retratos de ambos, siendo los primeros que hacía para la familia. Desde entonces se le nombró pintor oficial de Cámara. 

El rey se presenta con la edad de 40 años, en sus primeros momentos de reinado. Se sitúa en el centro del cuadro, mirando al espectador y arrimado a una mesa donde destacan elementos símbolos reales. Viste casaca forrada de raso blanco con chaleco y pantalón azul, todo terciopelo, y gorguera blanca, siguiendo la moda francesa del momento. Destacan ricos bordados en plata y puños de encaje. 
Luce sobre el pecho la nsignia del Toisón de Oro, y la banda roja de esta orden. En la solapa la de la Inmaculada de Oro de Carlos III y su corespondiente banda blanca y azul, y asomada por debajo, la de Saint-Esprit.

La cabeza, con peluca enpolvada, resalta en fondo oscuro. El rostro refleja un aire ausente u bonachón, carente de fuerza y expresividad, que responde al carácter débil y melancólico del monarca.

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