Pareja del anterior, esta dama es María Vicenta de Solís Vignancourt Lasso de la Vega, duquesa de Montellano y del Arco, hija del V Duque de Montellano, teniente general del ejército y casado con la Marquesa de Anta.
Nació en 1780, y sindo muy joven, se casó con el Duque de Montellanos en 1798, naciendo de este matrimonio dos hijas, Casilda, que murió siendo niña, y Francisc, que se casaría con el conde de Cervellón.
Poco feliz fue la duquesa en su matrimonio, ya que su amor fue poco correspondido por su esposo, el cual la abandonó pro el que realmente fue el verdadero amor de su vida, Fernanda Firtz- James Stuart.
Muy joven enviudó la desdichada duquesa en 1882 y se casó en segundas nupcias con Filiberto Jose Mahy, con quien no tuvo hijos, siendo su hija Francisca Fernan Núñez, la única heredera de todos sus bienes.
Como su marido, ella fue retratada al aire libre, en un pasaje de suave vegetación y aires velazqueños. Se recorta su figura teniendo como fondo un robusto árbol cuyo tronco inclinado dibuja una diagonal y da profundidad a la figura.
La condesa está sentada sobre un saliente rocoso, lo cual hace que su postura no sea muy afortunada, y resulte un poco forzada, tanto por sus piernas como por la disposición de sus pies casi en ángulo recto. Seguramentge quiso darle una inta de espontaneidad y simpatía, en la expresión de su rostro. Pese a la psotura, luce un hermoso vestido negro ribeteado de cintas doradas y tornasoleado en rojo. EL cuerpo es en ocre con adornos de puntillas más claros, al igual que las mangas largas qu cubren sus brazos.
Sobre el pecho,sostenido por una gruesa cadena dorada, pende un medallón rectangular que nos muestra un retrato masculino de perfil. La cabeza erguida y altanera, porta un bonito tocado rojo y negro con adornos orados que sosienen una leve mantilla negra que cubre sus hombros y cae sobre su torso, cayendo hacia el lado donde se sienta la uquesa.
Delicadas y finas son las íneas que definen su joven y hermoso rostro, con orejas que portan unos áureos pendientes. El cabello castaño y hermoso engloban unos cabellos rizados, con suaves empastes y moladuras sonrosadas que dan calidez a la piel.
SU mano derecha sostiene un abanico que apoya en su regazo, mientras que la izquierda se esconde en su cadera en un gesto desafiante, en consonancia con los aires románticos de sus ropajes.
Solo quería indicar que la duquesa queda viuda en 1822, no en 1882. Un saludo
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