La niña fue bautizada como Ruth Elizabeth Davis, y apodada Betty. Desde un primer momento, Harlow mostró un manifiesto desprecio hacia la recien nacida. No la hacía el menor caso, y vivía volcado en sus libros de derecho. Sensible a la carencia afectiva de Bettie, Ruth trató de darle ese cariño que su esposo no le daba, con lo que siempre mantuvo con la chica lo que se denomina "manga ancha".
S u segunda hija, Bárbara, apodada Bobby, nació en octubre en 1909, y fue igualmente odiada por su padre.
A medida que la personalidad de Betty se fue manifestando con más claridad y contundencia, creció el desapego a su padre, aunque Bette siempre dijo, que pese a esa frialdad con su padre, tuvo una infancia feliz.
El matrimonio de sus padres se fue deteriorando Con sólo 7 años, Bette se dio cuenta que su padre no quería saber nada, ni de ellas, ni de su madre. La convivencia ocn su marido unca había sido fácil para Ruth, y ahora le resultaba insoportable. Sus hostilidades con las niñas, susl argos silencios y auencias acabaon por pasar factura. En 1918, Ruth no soportó más su situación y se separó de su marido.
Ruth y sus hijas navegban ahora a la deriva. El divorcio era infrecuente en la época, y fue algo que la niñas mantuvieron en silencio, de cara a sus amigos. Tan terrible como el psicológico, fue el daño financiero. No obstante, Ruthie estaba decidida a que sus hijas recibieran una educación esmerada en los mejores colegios privados, que eran caros. Encontró su primer trabajo en Nueva York, y llevó a sus hijas a una escuela de ambiente rural, pero prestigiosa. Las niñas se adaptaron pronto, hasta que Bette sufrió un pequeo accidente que le provocó quemaduras graves en la cara.
En 1920, Ruth pierde su trabajo y decide estudiar fotografía, para más adelante, poder ganarse la vida montando un estudio. Mientras, ella y sus hijas sufrieron numerosas penalidades económicas, yendo de pensión en pensión, a cual más triste y lúgrube.
Con los conocimientos adquiridos, en 1922 Ruth decidió trasladarse con sus hijas a East Orange, en New Jersey, donde se dedicó a realizar retratos familiares. Aquí Bette entró en la escuela secundaria, pero al ser una chica algo extraña, le costó adaptarse.
Trass un perodo vagando por muchas pensiones, y llegano a pedir ayuda económica a su ex marido, el cual s enegó, Ruth decidió alquilar una pequeña casa en Newton, donde vivía su hermana Mildred. Ruth sintió la necesidad de estar cerca de su familia, pues había asado una temporada enferma, y dedicó parte de la casa para desempeñar sus labors fotográficas. En este nuevo lugar, Bette volvió a sentirse querida, y se adaptó bien al nuevo ambiente escolar, sieno el primer lgar donde se le despertó su interés por los chicos.
Ruth apuntó a sus hiijas a la Academia Cushing de Ashburnham, Massachussett, una escuela preparatoria y prestigiosa, de nuevo demasiado cara para ellas. Bette se vio obligada a servir la comida a sus compañeros para poder pagarse sus estudios.
Fue urante sus dos años preuniversitarios en Cushing cuando las diversas facetas de la personalidad de Bette se aglutinaron en la fuerza irresistible que la definirían el resto de sus vidas. Ingresó en la escuela en pleno primer curso, y no sólo se reveló como una ecelente alumna, sino que adquiriño tanta popularidad que la eligieron presidenta del consejo de estudiantes. Sus compañeros la recuerdan como una chica luchadora, reivindicativa, con mucha energía, segura y ambiciosa.
Durante el verano, Bette tiene la oportunidad de estudiar danza y teatro en la escuela Mariarden, en New Hampshire, donde se despierta en ella la pasión por la interpretación y el ´ñexito. Su primera actuación para un público de pago fue en la representación de "El sueño de una noche de verano", el 23 de julio de 1925, sieno aclamada por sus profesores.
Cuando regresó a Cushing para cursar su último año, ya se había sentado en ella la obsesió por el escenario, y representó el papel principal en la obra de fin de curso, siendo de nuevo aclamada por todos.
Al regresar a Newton, Bette etró en melancolía por los años de actuaciones pasados y se sentía triste y frustrada por los sueños inalcanzables.
La vida de Bette cambió cuando su madre la llevó al teatro para ver la obra de Ibsen "El Pato Salvaje". Actuaba la gran actriz Blanche Yurka y una joven revelación llamada Peg Entwistle. La historia, que narraba la vida de una joven no deseada por sus padres, impresionó mucho a la sensible actriz. La actuación de la actriz, que años más tarde acabó suicidándose arrojánose desde el rótulo de Hollywood por su fracaso en el cine, influyó tanto en la joven, que al salir, la joven decidió que lo que más eseaba era ser actriz
Po aquel entonces, se produjo u encuentro inusual. Bette hizo una salida nocturna con un jovencito alto y desgarbado, ue respondía al nombre de Henry Fonda. Mientras que ella reconoce que se sintió inmediatamente atraída por él, Fonda juró que aquella muchacha de ojos grandes le dejó frío. Bette afirma que intentó besarla, mientras que él aseguraba todo lo contrario. Lo cierto es, que la pareja nunca más volvió a salir, y que el unto nunca quedó claro. Años después, cuano ambos eran estrellas de Hollywood, Bette hizo una afirmación sobre Fonda ue puede resultar resolutiva: "Henry es tan íntegro, que da asco", sentenció la actriz.
En 1924, Bette conoció al que años más tarde se convertiría en su primer marido. Se llamaba Harrnon O´Nelson, y estudiaba como ella en la Academia Crushing. Harrmond era un hombre débil y retraído, pero con cuerpo alto y atlético y unos ojos oscuros románticos. En una escuela, donde lo normal para un chico era edicarse al deporte, Harmon soñaba con ser músico, ññegando a dirigir la orquesta de la Universidad. Eso hacía de él un personaje peculiar, pero no precisamente impopular.
La primera vez que se vieron Harmon le preguntó si quería cantar en el coro, con el trato de Miss Davis, algo que ella aceptó y desde ese momento se hicieron inseparables. La jovens e enamoró del chico de tal modo que una noche se l confesó a su madre: "Tengo que conseguirlo, aunque sea lo último que a¡haga" Lo cierto es que Harmon tenía demasiados sueños musicales, como para ir en serio con una chica, y aunque Bette intentó forzar la situación, el tan ansiado primer beso no acababa de llegar.
Cuando la pareja dejó de verse, Bette decidió dedicarse en cuerpo y alma a su carrera como actriz. Animada por sus proesores, y con el apoyo de su madre, la joven viajó a Nueva York e intentar ingresar en la prestigiosa escuela de arte dramático Eva Le Galliene. Era una profesora de gran dureza que aturdió a Bette con un mar de preguntas. Finalmente, y tras hacerle una prueba, onde Bette no pudo controlar los nervios y echarse a reir, Eva le espetó: "Veo que su actitud hacia el teatr no es lo suficientemente sincera como para que yo la tome en serio. Buenos días". Terriblemente afectada, Bette regrsó a Masachussett, done comenzó a consumirse en el amargor de la derrota. Si no era actriz, no quería ser nada en este mundo.
Su madre, no dejaba de pensar, y querá que si no era en esa sería en otra escuela, con lo que una mañana la arrancó de la cama y le dijo que se iba a Nueva York e nuevo, consiguiendo que ingresara en la escuela dde Hugh Anderson, quien, no tan presigioso como Eva, era un excelente profesor. En su estancia, Bette recabó amistad con muchos que le acompañarían en el futuro en la profesión como Joan Blondell, Cesar Romero o Lucille Ball. En aquellos años tenía 20 años, y Anderson estaa tan entusiasmado con ella que ornto le consiguió una prueba en el teatro de George Cukor, en Rochester.
Cukor, uno de los grandes drectores de Hollywood, era por aquel entonces un regordete dicharachero director teatral, dispuesto a dar oportunidades a las actrices más jóvenes. Cukor quedó prendado de la chica, a la que no tardó en contratar, y conla que pasó dos temporadas, interpretano cn éxito el primer papel, cpmpartido con Marlene Dietrich.
Cuando acabó la temporada, Bette fue engañada por un hombre que le dijo ser gerente de un teatro en Dennis,´una ciudad próxima, allí viajó la chica para ver cómo e´l hombre lo único que buscaba era aprovecharse de ella.
En el teatro de Dennis, solo logró trabajar como acomodadora. La joven se consumía esperando una oportunidad, y memorizaba los papeles de todas las obras, mietras acmpañaba a los asistentes a sus asientos.
La tan ansiada oportunidad e llegaría de la mano de la veterana Lara Hope, la recordada tía Pyttypat en "Lo que el Viento se llevó". Laura era la gerente del teatro, y un día necesitó a una chica para cantar una canción al piano, ofreciéndole el puesto a Bette. El problema era que no conocía la canción que debía cantar, así que su madre se pasó toda la noche corriendo de un lado para otro en busca de la partitura y ensayar. Cuando estaba desesperada, la encontró en casa de un párroco, y por eso, Bette estuvo lista al día siguiente.
Por aquellos años, Bette se reencontró con Harmon, con el que reentabló su relación, pero esta vez de forma más profunda y adulta.
La joven no tuvo demasiao tiempo para preocuparse. Llegó de nuevo la temporada teatral y la joven regresó a Rochester para cumplir contrato con la compañía de Cukor. Allí, Bette trabajó con Miriam Hopkins. Miriam prnto laódió, pue se dio cuenta que sería la única que pronto podría hacerle sombra en el estrellato.
Pese a sus buenos resultados, la joven fue despedida, pues en la compañía, siempre había muchos líos de faldas y amores, algo en lo que Bette no entraba, y tral vez por esa iflexibiliad, perdió opularia entre sus compañeros y fue despedida.
Pero su ascenso ya era imparable.Siguió trabajando regularmente, hasta que le llegó la oferta, para ella my especial. Blanche Yurka le propone el pael que años antes interpretó Peg en "El payo Salvaje". Era un sueño que se hacía realidad. Estuvo a punto de no poder aceptar por sufrir sarampión, algo que la desesperó, pero Blanche la esperaba.
Bette estuvo magnífica, y als críticas de todo el país la alababan. Pese a ello, el trabajo en el teatro comenzó a escasear y entonces llegaron las ofertas para el cine. Había que irse a California y para eso, qe era cruzar e país, significaba mucho dinero, y no muy convencida, amrchó con su madre, por un contrato firmado con la Universal Pictures.
Llegaron a Holywood el 13 de septiembre de 1930. Aquellos eran días revueltos en a fábrica de los sueños, pues un nuevo invento estaba cambiando el mundo del celuloide: el cine sonoro. Con la aparición de los "talking", muchos actores y actrices del cine mudo pasaron a un tercer plano, sindo sustituidos por actores desconocidos hasta la fecha.
Hollywood era un sitio domnado por el miedo. Miedo a ser demasiado joven o excesivamente viejo, de que tu voz fuese o muy grave o muy aguda, de que la próxima película que se rodase uese un éxito o fracaso, o de elegir un papel erróneo. Pero, especialmente, miedo a que el sonoro fuese una moda pasajera y todos los cambiso se fuesen al garete. Sólo una emoción superaba el miedo: la esperanza. Un mozo de gasolinera o una chica de la impieza podían convertirse en actores de la noche a la mañana, y cambiar sus modestas casas en el valle por suntuoas mansiones en la colina. Pero el surtidor y el trapo esperaban en la sombra.
Cuando bajaron del tren, agotadas de un viaje de 5 días para atravesar todo el país, sólo encontraron un fotógrafo. Bette y su madre se gastarían sus últimos dólares en el taxi que las llevó a un modesto hotel. Bettte pronto se desanimó: Hollywood era un lugar caluroso y polvoriento, distinto al Nueva York conocido. La gente era fría y hostil, y la trataban con indiferencia, Allí, sus éxtos teatrales no valían nada
Bette había sido contratada por la Universal, una productora especialmente afectada por la llegada del sonido, y dirigida por un incompetente, el señor Laemmle. La Universal estaba detrás del suntuoso Metro, la eficaz Paramount o la incipiente Warner.
El mayor problema fue la falta de dinero. Bette fue contratada por 450 dólares semanales, pero tardó mucho en recibir su primer sueldo. Por otro lado, Ruth pensó que la mejor forma de levantarle el ánimo a su hija era dejar el penoso hotel mudarse a una casa. Encontró una perfecta, pero el alquiler le subía a 80 ólares, entonces, Ruth recurrió a la ayuda del viejo amigo de la familia Carl Miliken, quien le prestó 400 dólares. Para no preocupar a la chica, la madre firmó que fue su padre quien les mandaba la carta.
Los primeros meses en Hollywood fueron agobantes para la chica. Las pruebas de fotogenia y estudio que le hacían le parecían estúpidas, y las odiaba. Por suerte, conoció a Reginald Denny, un actor que le aconsejó y la creyó desde primer momento, el cual le presentó a su vez a Bridget Price, una dulce y paciente mujer, que años más tarde se convirtió en su secretaria personal y confidente.
En esos primeros momentos, Bette echaba de menos a O´Nelson, quien le escribió que iría a Los Ángeles con un concierto con su banda de las Olimpiadas. Bette anhelaba casarse, per su madre la retenía y le decía que no era e momento.
Cuando comenzaba a hartarse, ródó su primera p´lícula, "Bad sister", junto a un joven Humphrey Bogart. Fue una película mala y además con muchas insuficiencias, devido a la inexperiencia en sonido. Había que hablar siempre de cara ante un micro torpemente escondido, y la cámara ermanecía inmóvil en una habitación aislada.
Desde el primer momento Bette aborreció a Bogart, a quien consideraba grosero, gran bebedor y aburrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario