lunes, 25 de octubre de 2010

MADRID DE LOS AUSTRIAS: SOCIEDAD

De la discreta población de la villa se pasa a unas curvas de crecimiento, que, aunque sufrirá retrocesos a lo largo del tiempo, caracterizará la vida y el ambiente de la ciudad en el siglo XVII.

Primero llegaron os cortesanos, con todo su enjabre de cargos y puestos que forman el servicio de la Casa Real, seguidos en pocos años de los muchos funcionarios de Felipe II, en la medida que Felipe II hace crecer  y hacerse más compleja la maquniaria burocrática del Estado.

Comienzan además a establecerse los inmigrantes, procedentes de ejércitos  o del campesinado o medio rural. En la medida en que las familias nobles, aristocráticas o burguesas, demandan siervos y esclavos, esta inmigración se hará ya en el siglo XVII, con el establecimento más solido de la Corona en la Villa.

No podemos olvidar el creciente número de clérigos, frailes y monjas, que comienzan a asentarse ne la corte hacia el 1561.

Podemos hacer un gráfico de la sociedad: en primer plano, cortesanos, funcionarios de distintos estamentos, los primeros nobles, los segundos burgueses.

Un segundo porcentaje de nobleza y aristocracia, con o sin directa participación en la vida cortesana o de llos círculos íntimos del rey. Esta nobleza, que en el reinado de Felipe II, se mostró remisa a trasladar la residencia a Madrid, se fue estableciendo a partir de la vuelta cortesana de Valladolid en 1605, llegando a constituir más de un curto de la población. 


Porcentaje enorme fue también el del clero, estamento religioso social de grna peso y trascendencia en la sociedad española, con clérigos, eclesiásticos, frailes y monjas, en número que permite habñar de inbasión de la corte.
No sólo por la cantidad de fundaciones ue sirgirán en la ciudad, sino por la deseada presencia eclesiástica en la vida cortesana.


Además de en las parroquias y conventos, el estamento religioso se asentó en la ciudad, respondiendo a a necesidad de suficientes clérigos para atender hospederías de diferentes órdenes, colegios,oratorios, hospitales, cofradías y hermandades.


Aunque la condición de la corte fue esencialmente política y religiosa, no hay que olvidar a la población requería de servicios y producciones determinadas. Estos se lo suminstraban a la la burguesía, que respondía a 3 fuentes.


Los mercaderes y vendedores, desde los de caros y lujosos productos, hasta los de primera necesidad; los artesanos o fabricantes de manufacturas, que cubrían también as necesidades de las prendas, utnsilios, herramientas, obetos especializados ... de una importante población; y los liberales o letrados, donde se incluyen a muchos funcionarios, prestamistas, médicos, abogados escritores, artistas ...


Y finalmente, el pueblo llano, el trabajador manual, que en Madrid se dedicaban a la servidumbre fundamentalmente.Cualquier familia noble o burguesa contrataba hasta 3 sirvientes de esta condición.

En esta época, era impensable que estas familias ricas no dispusiesen de servidumbre. Fue algo tan normal el ser sirviente, que entre ellos mismos lo llevaban muy a gala, sobre todo si sus señores eran de alto nivel social.



Al morir Felipe II en 1598, la ciudad contaba con unos 100.000 habitantes

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