CURIOSIDADES

•  LUNARS CONTRA LA VIRUELA

La viruela es una enfermedad, que hoy en ía está borrada, era causada por un virus. El último caso data de 1977, pero en el siglo XVII, esta enfermedad terrible que desfiguraba el rostro, asoló Europa. 
Cada epidemia mataba a millares de personas, y dejaba otras muchas cicatrices permanentes ocasionadas por las ampollaS que producía la enfermedad, y que alteraba las facciones. La mayor parte de la población europea, tenía en su cuerpo señales de la enfermedad.

Los lunares postizos, en forma de estrella, lunas crecientes y corazones, y de los que se lucía una docena de una vez, consiguieron una popularidad inmensa como medio para desviar la atencion de las marcas de la viruela.

Estos lunares, de seda o terciopelo negro, , s colocaban cerca de los ojos, de los labios, en las mejillas, cuello, frente, o pechos. Los usaban tanto hombres como mujeres. Según los relatos, el efecto era ciertamente dsorientador, y en Francia se le dio el nombre de "mouche", que significa "mosca"

Se usaban cajtas con repuestos y se las llevaban a las cenas y a los bailes. Estas cajas eran pequeñas y poco profundas, con un diminuto espejo en la tapa, predecesora total de la futura polvera.

El uso de los lunares postizos condujo a la creación de un lenguaje sencillo, aunque bien claro. Un lunar al lado de la boca de la mujer suponía el deseo de ella de flirtear. El lunar en la mejilla derecha anunciaba que la mujer estaba casada y n la izquierda, que estaba prometida, y junto a un ojo, pregonaba una pasión candente.

•  DOCUMENTOS Y TARIFAS PARA IR A AMERICA TRAS COLON

Cuando se descubrió América, se abrió una nueva ruta, y cruzar el Atlñantico comenzó a ser el estino de todos aquellos que buscaban aventuras.

Todos los barcos partían de Sevilla, donde estaba el puerto oficial. Si el viajero no era de Sevilla, para llegar a la ciudad, desde el punto que fuera, lo haría a pie, o en carro si tuviera dinero para ello

Una vez en Sevilla, e necesitaba una serie de permisos o documentos legales que expedía la Casa de Contratación
- Instancia dirigida al rey con los datos personales del viajante: origen, edad, estado civil ...
- Certificación de limpieza de sangre, para que se tuviera constancia de que no era moro, judío, mestizo, mulato o negro
- Partida de bautismo
- Autorización de los ascendentes como tutores, eposas, hermanos ... En caso de varones casados que marchan solos a América, la esposa le da la autorización por sólo 3 años, en caso de querer quedarse más, debería renovar tal autorización
- Una carta reclamo, donde el viajante demostrara que contaba con familia o amigos en el otro mundo, que le iba a facilitar la vida allí.


Estos permisos eran personales, instransferibles, y válido por dos años. 


Las tarifas se negociaban, aunque en el siglo XVI se paga el impuesto de Avería, que para los viajeros suponían 20 ducados. Felipe II, en sus leyes especificó que a los religiosos se les cubría todos los gastos, pues no tenemos que olvidar que uno de los motivos para colonizar América, aparte de la explotación, estaba la evangelización.


Los pasajeros debían llevar su comida propia, y lo único disponible allí dentro era el agua