domingo, 27 de marzo de 2011

BETTE DAVIS 5

Volvió a Hollywood en 1961 con Frank Capra en una película de gángster donde daba vida a una vieja florista. El filme no ue lo mejor y las lenguas de doble filo hablaban que Bette ya no necesitaba maquillaje para acentuar el paso de los años.

Pero su peor enemigo fue el protagonista del film Glenn Ford. Las peleas fueron constantes y se iniciaron cuando el propio Ford dijo a la prensa que él mismo llamó a Bette como agradecimiento a la oportundad que años antes le dio, enfueciendo mucho la mujer

Poco antes de terminar  la película, su madr Ruth muere de forma inesperada. Aunque ambas se habñian distanciado en los últimos tiempos, Bette sintió la muerte de su madre.

Aparte de la muerte de Ruth, tuvo que afontar una nueva discusión con Merryl. la actriz exigió a los tribunales que se le quitara a su mario el derecho a visita de sus hijos,a cusándolo de borracho y alborotador, y acusànolo de msotrarse incapaz de comportarse ante la familia. Alegó que se había mostrado así ante los niños y que con ella había empleado al violencia, de que su casa de California estaba sucia y descuidada, de ser holgazán y tener relaciones con una mujer.

Le vino su últiima oportunidad con Robert Aldrich, un director e apariencias amables. Tuvo la idea de reunir a Bette y Joan Crawford en un barroco film sobre dos antiguas estrellas de cine que vivían juntas en una casa de California. Bette dudaba de su participación. Savía que Joan la envidiaba, y además, estuvo enamorada de ella.

Bette lleg´recelosa al rodaje, a la Warner, donde fe recibida con su compañera, aunque no con el glamour de antes.

Durante el film, Joan comenzó de nuevo el ataque y empezó a enviarle de nuevo regalos a Bette. Bette le envió una nota pidiéndole que no lo hiciera, que ell ano tenía tiemp para salir y comprar algo para corresponderla. Crawford se enfureció, pasando a ser su enemiga. Se convirtió en un monstruo y se descargó en la hija adoptiva de Joan, Christine. Con Btte se comport´para siempre de forma glacial y condescendiente, que a ella le ponía furiosa.

Después de «Baby Jane», Bet­te insertó un anuncio en la revista «Variety» que se haría famoso. Decía así: «Busca empleo actriz. Madre de tres -;" 10, 11 y 15 años-. Divorciada. Americana. Treinta años de experiencia en el cine. Capaz aún de moverse y más afable de lo que dicen los rumores. Desea empleo estable en Hollywood (estuvo ya en Broad­way). Bette Davis. c/o Martin Baum G. A. G. Referencias so­bre la demanda.»
La impresión general en Hollywood fue la de que Bette estaba acabada, por lo que la broma podía haberle costado muy cara. Por suerte, el éxito de «Baby Jane» y de su libro de memorias la rescataron sin mayores problemas. Su mayor dolor de cabeza fue la operación de vari­ces a la que tuvo que ser sometida B. D.
Pronto, Bette tendría que afrontar una nueva batalla legal contra Gary Merrill: Este insistía en poder ver a Michael y negaba las acusaciones de borracho y violento que Bette vertía sobre su persona. Pese a la virulencia de los ataques de su ex esposa y a que la misma B. D. declarase contra él, Merrill acabó ganando el juicio y obteniendo el derecho de ver a Michael, aunque se especificaba que debía, estar sobrio y que no podía sacar al niño de California sin el permiso de la madre.
La primera vez que Merrill fue a buscar a Michael, Bette le cerró la puerta en las narices y se negó a dejarle ni tan solo hablar con él. Al final tuvo que ceder por imposición de la ley.
Bette fue nuevamente desairada por la Academia cuando ésta no le concedió el Oscar por su trabajo en «Baby Jane». Ella es­taba convencida de que iba a obtenerlo y fue un golpe duro. Quien sí se alegró fue Joan Crawford. Joan no había estado nominada, pero había pactado con las otras actrices que subiría a recoger el premio si ellas no podían estar en la gala. Cuando el presentador leyó el nombre de Ann Bancroft, Joan pasó majestuosamente por delante de Bette y exclamó: «Ajá!» Furiosa, Bette se marchó a Europa a promocionar la. película. En Inglaterra fue nuevamente recibida de forma increíble por sus miles de admiradores. B. D. (que había interpretado un pequeño papel en la cinta) la acompañó. Sería duran­te este viaje cuando le daría a su madre una sorpresa mayúscula

B.D había conocido a Jeremy Hyam, hijo de un importante productor de Hollywood, del que se enamoró de primer momento. Cuando le anunció a su madre que se cabsa, Bette enfurció. Sólo tenía 15 años y Bette pensaba que no estaba preparada, además, n uqería que su niña se apartara de ella, pero encajó el golpe como una buena perderoda y tiró la caa por la ventana en la celebración. Lo cierto es que Bette se equivocó, pues su hija formó una de la parejas más estables de todo Hollywood, siendo muy feliz.

Bette consguió un nuevo detective para que le diera pstas contra su exmarido Merryll. El etective le informó que su ex marido dejaba solo a su hijo Michael por la noche mientras él se iba a jugar sus partidas de cartas en los bares de la zona. Le decía que conducía con su hijo borracho y que había hecho el amor con una mujer en la habitación contigua done dormía su hijo. Bette volvió e nuevo a la carga en los tribunale, pero de nuevo la justicia le dio la razón a su ex marido, que seguía negándole a Bette todo y la acusaba de persecución. La actriz casi se volvió loca de la indignación por prder de nuevo.

Para pagar los gatos d la boda, BD aceptó 125.000 dólares por hacer de madre de Susan Hayward. En el rodaje sucedió algo curioso, pues Bette pensaba que Susan la trataba de forma condescendiente y altiva, pero lo que sucedia realmente es que Susan era una persona muy t´mida, a la que asustaba trabajar co una actriz tan grande como Bette.

Por dinero, Bete aceptó una nueva oferta para rodar "Canción de cuna para un cadáver", al lado de Joan Crawford.
Desde el primer mometo, Joan se comportó de forma desagradable. Se odiaban tant que Bette llegó a pedir una dobkle para rodr las escenas junta, o con una de las dos de espaldas, algo a lo que el director se negó.
Por la tensión, Joan no aguantó e ingresó en un hospital enferma. Bette propuso de nmediato como sustituta a Vivian Leigh, pero ésta se negó.

Finalmente fue Olivia de Haviliand la que aceptó, por ser vieja amiga de Bette y por querer trabaar de nuevo con viejos amigos. Ambas disfrutaron del rodaje y recordaron viejos tiemopos.

En etse periodo, la actriz inició una etapa plácida en su vida. Tenía dinero a sus más de 50 años, y un amante con u rico editor y una bonita casa en Connecticut, llamada "Two Brdges", donde disfrutaba de su tiempo libre, arreglaba la casa y recía las visitas de su hija y su esposo, Michael y Margot, en fiestas señaladas. Pero la ilusión de estar cerca de su hija, en este periodo de reflexión, no fue aceptada por la misma, que cada vez se alejaba más de su madre, y las visitas escaseaban.
Su hijo Michael, de 21 años, era sin embargo cálido y educado. Con 21 años e casó con una chica que encantaba a Bette, siendo un enlace maravilloso, pro que no contó con la presencia de ésta.

En 168 contrató a un asistente interno que cuidara de su hija Margot, el cual estuvo a su lao 6 años, época en la que su hermana también se alejó de ella para marchar a Phenix con su marido y su hija rRuth.

Bette se setía muy sola y comenzó a trabajar en sus escasas películas, siendo hasta 1974 una mujer que trabajaba en tv y que aparecía ocasionalmente. Tuvo que vender su casa de Two Bridges, comprando otra más pequeña por problemas económicos en 1973, ucho más cerca de la de su hija.

Sin trabajo, volvió al teatro aceptando un musical mediocre, pero ella, y sus problemasde salud, fueron retrasando aún más la obra, con lo que ella se retiró por saberaemás que los uyo no era el teatro.

En 1976, y tras varias películas mediocres, su hija se trasladó con su marido a una finca en Pennsylvania, donde Bette iba a vsitarla a menudo, pero no se alojaba en su casa, sino en un motel. Dejó Connecticut y compró un apartamento en el oeste de Hollywood, donde ya se sentía muy sola, sin su madre, que había muerto, Bobby tenñia cáncer y su hija la había repudiado. Bette se echó al alcohol, pero por su suerte, en 1979 apareció en su vida una joven universitaria Katherin Sermak, que se convirtió en su secretaria personal y principal compañía.

En julio de 1979, falleció su hermana Bobby, un golpe muy duro para Bette, algo que hizo que la mujer se refugiae en el trabajol, haciendo muchas películas que no tuvieron mucho éxito hasta que rodó con James Stewart en 1983 un film, "Derecho a elegir2, donde se mostraron cariño y respeto mutuo.

En 1983, su hija y sup  esposo le pidieron ayuda económica, algo que hizo que cai perdira su fortuna y su granja. Bette se hizo cargo de las deudas, algo que ellos se lo demostraron verbalmente, y nunca con hechos.

En 1983, Bette recibió la interesante visita del productor Aaron Spelling para hacer una colaboración especial en tv, en la serie Hotel. Bette pariicparía en 7 capítulos por temporada, algo que hizo darle grandes sumas de dinero, algo que le daba mantenerse activa y tener entradas de dinero. Participó en el primer episodio piloto, y pese a no estar muy contenta, todo le fue adverso por un grave problma de salud.A bette le detectaron un cáncer de mama y luego ufrió un ataque de apoplejia que la dejó mermada. En su recuperación, siempre estuvo a su lado su secretaria Kath, pero su hija estuvo ausente en todo moento.

Poco después, BD y su marido sufrieron de nuevo serior problemas económicos que le hicieron abandonar su casa y su negocio.
En esos años, Bette temía que la gente la viera en el estad en el que estaba y aceptó viajar a Nueva York para rodar uno de los lbibros de Aatha Christie. En esa época, su hija y su espos se acercaron peligrosamente a la religión, además de recibir una oferta suculenta por escribir un libro de su madre, un libro muy cruel con Bette, algo que le dio grandes beneficios a su hija, convirtiéndose el libro en un Best eller.

El añ 1985 culminó con la mala noticia de que Kath se trasladaba a París con su novio a trabajar. Aceptó y se enfrentó de nuevo a la soledad y a la compañía de extraños.

Volvió la sequía de trabajos para Bette yllos problemas de salud no dejaban de hacerle mella, pero las buenas noticias llegaron cuand Kath reresó con ella al dejar a su novio y mantenerse a su lado hasta morir.

En 1988, y con una figura esquelética, aceptó su última película, en la que estuovo sólo dos semanas, pero que el director no rehusó en rechazar las únicas imágenes que tenía de ellas, metiéndola en la cinta.

A lo largo de 1989 Bette recibió varios premios honoríficos. El último de ellos fue el premio Donosita a toda una vida en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Bette se desplazó hasta España a pesar de su precario estado de salud. El cáncer había invadido todo su cuerpo, pero por unos días, el calor y la aclamación de su público le dieron unos momentos más de gloria. Viajó a San Sebastián y pocos días después, tras un empeoramiento de su salud, fue junto a Kath al Hospital Americano de París, donde murió el 6 de octubre de 1989

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